sábado, 31 de enero de 2015

Mi tío Jean Guillaume

Hace, ya, mas de cien años, tres niños franceses quedaron huérfanos... dos mujeres y un varón. Fue a raíz de esta circunstancia que cruzaron el Atlántico con destino a la Argentina, para vivir con dos de sus tías que habían hecho ese camino algunos años antes.

Una de esas niñas, Marie Madelaine, se convertiría, muchos años después, en mi abuela paterna.

Crecí escuchando el relato de la muerte del único varón, Jean Guillaume, en la primera guerra mundial: la trágica historia de ese hombre que, ya viviendo en la Argentina, decidió volver a Francia para ofrendar su vida en defensa de su Patria.

Crecí escuchando, también, que en su pueblo natal había un monumento que recordaba su entrega; y me pregunté, más de una vez, si no sería algo que le habían hecho creer a mi abuela para apaciguar tanto dolor...

Tanto me marcó ese relato que fue, tal vez, determinante para que me presentara como voluntario en ocasión de "nuestra" guerra... la de Malvinas. Tenía, en ese entonces, su misma edad: 18 años; y, como dijo alguna vez Fito Páez "si de nada sirve vivir, buscás algo por qué morir..."

Hoy he tenido la oportunidad de desandar aquél camino... y aquí estoy, bajo la lluvia y la nieve, en un pequeñísimo pueblito de los Altos Pirineos llamado Bordes (a 150 kilómetros de Toulousse y a 11000 de mi casa...); observando ese monolito (la única cosa que puede ser catalogada como monumento en el pueblo) que recuerda a los hombres de Bordes que dieron su vida por Francia en ambas guerras mundiales y que, en el segundo lugar de la lista, tiene a ese chico de 18 años que en su corta vida perdió a sus padres, cruzó dos veces el Atlántico (en condiciones muy distintas de las que lo he hecho yo ahora), peleó una guerra y se convirtió en un héroe...

Jean Guillaume: mi respeto y mi admiración están contigo; y que hayas encontrado en la muerte la paz y el sociego que, intuyo, no tuviste en vida.

sábado, 16 de junio de 2007

Héroes

Hace muchos -demasiados- años, y siendo muy chico, cayó en mis manos un disco de The Beatles: Let it Be. No era el primero, me crie escuchándolos, pero fue mucho más fuerte la atracción a partir de ese disco.

Y a través de ese disco, y de esa canción, se profundizó mi admiración por George Harrison. A tal punto llegaba que cuando empecé a estudiar guitarra lo hice porque "quería ser Harrison" (y no ser como él).

Fue, sin ningún tipo de dudas, mi primer héroe (musicalmente hablando). Todavía recuerdo un verano en Mar del Plata, yendo bastante seguido a la carpa que había armado Levi's en la Plaza San Martín, a ver (de entre todo lo que proyectaban) el vídeo de Let it Be.

Se me pone la piel de gallina al escuchar la voz de Lennon en el comienzo de "Two Of Us", por todos los recuerdos que implica.

Con el correr de los años, comencé a escuchar a otro grupo británico (una de las pocas cosas buenas de los ingleses es la música) llamado Pink Floyd, y mi cabeza hizo un "click". Ese click se produjo con "The Wall" y la canción que más me impactaba era -sin dudas- "Comfortably Numb" (según David Gilmour, la canción más linda que hizo en su vida).

El grupo de héroes comenzaba a ampliarse.

Qué decir del día que me enteré que el solo de guitarra de "While My Guitar Gently Wheeps" no lo había hecho Harrison sino Eric Clapton...


Y con los años comencé a escuchar a Dire Straits, y descubrí que había un tipo que tocaba la eléctrica sin púa y se llamaba Mark Knopfler.

Alguna vez escribí un cuento en el que un psicoanalista llevaba -a modo de homenaje- sus nombres: "El Dr. Eric Gilfler".

Y de la mano de un héroe local (Pedrito Aznar) conocí a otro virtuoso: Pat Metheny (y a Lyle Mays, otra bestia, pero en los teclados).

Todos monstruos, sin dudas. El último tipo que me impactó lo suficiente ha sido el que ya presenté en un post anterior: Nuno

Esta es una pequeña descripción de mis influencias, un acercamiento a quienes le han puesto la banda de sonido a mi vida y a quienes, paradójicamente, han hecho que sea tan cauto a la hora de mostrar lo que hago (porque la comparación es inevitable).
A ellos, mis héroes de la guitarra, vaya este modesto homenaje.

sábado, 9 de junio de 2007

Una lección de guitarra ...

Quería compartir con Uds. un poco de buena música desde estos vídeos...



Una selección de temas de Nuno Bettencourt, que van desde More Than Words (con Extreme, en 1992) hasta los más nuevos "Megaton" y "Something About You" (del álbum Love, de 2005); pasando por "Gravity", una versión de "Hole Hearted" (con Gary Cherone, cantante de Extreme, y John Paul Jones y Steve Hackett como invitados de lujo) y "MidNight Express" (que es la canción que motiva el nombre de este post).

Piscuí


Piscuí
Originally uploaded by luismoto

Esta es mi gata, se llama Piscuí. En algún momento, seguramente, voy a contar mas sobre ella.

Y esto es una prueba para sublir posts al blog a través de un mail a Flickr

From the Sunset...

Y un día de abril me puse a probar cómo era eso de pensar en otro idioma...
y vino esto:

Lost in the fog
Looking for a key
I wish you were here
I wish I could see your eyes

Life is an abstract
Life is a game
I’ve got a feeling
Love is a dream

Love is a fantasy
Love is a concept
I wish you were here
Your mind is the sun

I’ve heard a voice
Speaking to me
“Miracles do happen”
Things we say sometimes


I’m looking through your eyes
I’m swimming in your soul
I just wish I could learn to fly
From the sunset to your heart



Y algunos días después llegó esto otro:
Sometimes I think about you
And I can see the rainbow in your face
When you are smiling
I want you

Some days I think about my life
And I know with absolute certainty
That my life is incomplete
I need you

Every time I think about us
And I can feel the deepest feeling
that I can feel in my life
I love you

miércoles, 6 de junio de 2007

Acerca del amor...



Originally uploaded by Paillaco

Caminaba las calles de mi barrio, el mismo en el que nací y crecí, cuando un gélido viento acribilló mi piel... sólo esa sensación logró despabilarme, sacudir mi mente y sacarme del ostracismo con que caminaba ciegamente sin ver siquiera las baldosas.

Un viento helado que en otro momento me hubiese lastimado, sirvió esta vez para devolverme a la vida.

Cuando pienso en el fin
cuando pienso en todo lo que di
Cuando sueño el final
Cuando sueño que todo va a acabar.
Gozar, es tan necesario mi amor.
Gozar, es tan parecido al dolor.
(Funky – Charly García)




Originally uploaded by ABRE1

Subí a un tren y, luego de unos minutos, dejamos atrás velozmente otra estación sin siquiera parar... apenas aminorando la marcha. Todo lo que estaba sobre el anden pasó ante mis ojos de un modo tan veloz que no llegué a percibir los detalles, mezcla extraña de borrachera y deja vu.

Intuí que había gente, supuse que esa gente tenía historias; pero la velocidad a la que íbamos se convirtió en una metáfora de nuestras vidas. Transitamos todo el tiempo a una velocidad absurda, muchas veces persiguiendo un objetivo lejano que nos aparta de cada uno de los detalles de aquello que nos rodea.

Aprendiz de eternidad
Atrapado en lo fugaz
La noche sueña el día – Pedro Aznar

Y en medio de ese estado, mi duda tomó cuerpo... ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?

Alguna vez escuché que una pregunta es buena cuando no tiene respuesta y esta, en algún punto, no la tenía; porque existen tantas respuestas como seres en este planeta.

Intentando una primera aproximación, llegué a concluir que podemos dividir la respuesta en dos partes: el amor como cosa abstracta y el amor como hecho concreto.

Se dice que querer y amar son cosas distintas, y que la diferencia es que quien quiere siente el deseo de poseer y quien ama siente la necesidad de dar. Y en relación a esto siempre he sentido que uno puede “cuantificar” el querer, pueden existir distintas formas de querer, se puede querer más o menos; pero, cuando hablamos de amar... descubrimos que el amor es binario: es o no es, está o no está, amamos o no.

Siempre me ha parecido redundante cuando escucho decir “te amo tanto”; porque, cuando uno ama, siempre ama “tanto”.

El amor, como cosa abstracta, es un sentimiento que enaltece y engrandece... es un sentimiento que saca lo mejor de cada persona. La persona que se enamora deja aflorar lo mejor de si, se convierte en un ser dispuesto a demostrar todas sus virtudes.

El amor es un sentimiento que, indefectiblemente, va acompañado de otro sentimiento igualmente bello y poderosísimo: la esperanza. La esperanza de que ese amor sea correspondido, sea concretable, sea posible...

En cambio, cuando hablamos del hecho concreto, la cosa cambia. Cuando el amor deja de ser una entelequia para tener una cara, un nombre, una voz... el amor es algo que puede generar éxtasis, desesperación, felicidad, dolor... existen tantas formas de amor como veces nos enamoremos, porque cada vez es igual y cada vez es distinto.

El amor es algo que, así como hemos dicho que enaltece, puede destruir; porque el amor no correspondido termina por aniquilar la esperanza y el ser humano no puede vivir sin ella.



Originally uploaded by Shavy

¿Y qué es lo que hace que un amor sea correspondido o no? Esta es, sin dudas, la mejor pregunta. Algunos hablan de química, otros de piel... lo concreto es que lo que guía la correspondencia o no de un amor es algo que está absolutamente alejado de la mente y la razón.

Ahora bien... ¿qué hacemos con el amor no correspondido? Porque así como decíamos que el amor es binario, que es algo que está o no está, es cierto que en esas circunstancias esta ausente de un lado y omnipresente del otro.

Quien no siente amor puede sentirse mal, si es que siente alguna clase de afecto por la otra persona, pero nada más. ¿Y qué ocurrirá con el enamorado? Se encontrará caminando en la resbaladiza cornisa que separa “la muerte de la esperanza” de “la negación de la realidad”, la cornisa que permite seguir hacia adelante sin caer en el abismo y asumir de a poco aquello que puede dejar sin oxígeno.




Originally uploaded by Un Milonguero Mejicano

¿Y en qué momento ocurre? A partir de qué fracción de segundo las “postales” del pasado dejan de ser hermosos recuerdos para transformarse en alcohol sobre una herida en carne viva? Es difícil precisarlo, pero en algún momento pasa.

Vivir...
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez... (Volver - Gardel)

¿Qué extraño mecanismo hace que, lo que hasta hace un rato era hermoso, se convierta en una pesadilla recurrente? ¿por qué tiene que pasar que, lo que llenaba de esperanza y empujaba a hacer cosas, de pronto se convierta en una mochila imposible de cargar?



Originally uploaded by rousse

Cae la luna en el amplio salón
De los que esperan sin preguntar
De los que mueren en cada fiesta
Cada domingo . Fito Páez

martes, 5 de junio de 2007

Felíz Cumple, Maestro!

Feliz cumpleaños... Profe, Carlos, Maquinista de este tren...
... y gracias por compartir tu "sapiencia" desde un lugar tan humilde y cercano, por hacernos sentir pares y por no enojarte ni cuando nos enojamos.
Espero que disfrutes este regalito...


domingo, 3 de junio de 2007

Perdón, Pelado...

Ya se que este post no tiene nada que ver con los tenes, ni con el curso, ni con la Web 2, pero siento la necesidad de decir algo...

A esta altura ya no importa qué pase en las dos últimas fechas del torneo clausura 2007; más allá de que, es cierto, existe una alta probabilidad de que San Lorenzo sea el campeón.

Y lo que quiero es hacer público mi arrepentimiento porque pertenezco a la legión (se perfectamente que no soy el único) de personas que opinaba que Ramón Angel Díaz (el "Pelado") es un tonto con suerte.

Existía el mito de que no sabía nada de futbol, que con el plantel que tenía en River cualquiera podía salir campeón, que el equipo se lo armaba Francescoli...

Yo no lo quería en San Lorenzo, pensaba que nada podía aportar... y ahora estamos ante una verdad que es irrefutable: evidentemente el tipo sabe. Por eso, me saco el sombrero y hago una reverencia ante él.

Y, además, le digo: "Perdón, Pelado... y gracias"
(y ahora los dejo, que me voy a colgar la bandera en la ventana)

Spinetta

A propósito de las cosas de Spinetta que nos "regalaron" nuestros maquinistas, quise compartir este texto que escribí allá por 1985.

Una muchedumbre impresionante. Gente que va, que viene. Gritos. Ansiedad, mucha ansiedad. La sensación de que lo que se está por presenciar será un hecho milagroso, irrepetible. Más ansiedad, y de pronto ... la oscuridad.

Una explosión de júbilo. Nuevamente las luces, sólo que distintas y desde otro lugar; y la sensación de plena satisfacción y saciedad por el solo hecho de verlo sobre el escenario.

Paz, mucha paz. La imágen del profeta ante sus feligreses. Su voz y los acordes son un premio a la presencia. La música rindiendo culto a quienes rinden culto a la música. La perfección casi divina (¿o es que acaso ellos son títeres y Dios el titiritero?).

Ese hombre es un genio, un mito, un Artista (así, con mayúscula). Es el más grande poeta que jamás haya visto u oído.

A Luis Alberto Spinetta, lo que le corresponde
(Basado en la descripción de un cuadro de André Masson por Antonin Artaud)

jueves, 31 de mayo de 2007

Qué producción!

Sorprendido, anonadado, deslumbrado... no se me ocurren más calificativos!

En estos momentos en que un grupo de gente nos estamos dedicando a "jugar" alrededor de los recuerdos que nos generan los trenes, y mientras realizamos un viaje en un tren virtual a través de la web 2, nuestro maquinista ha decidido hacer una demostración de poder y creatividad superlativos.


Después de 24 años de ausencia, el escritor colombiano Gabriel García Márquez volvió ayer a Aracataca, su pueblo natal de calor agobiante en la región del Magdalena. Su regreso fue en el llamado Tren Amarillo de Macondo, en alusión al color que su imaginación concibió para Macondo, el centro del universo en Cien años de soledad , y en compañía de su mujer, Mercedes Barcha.

Tres vagones restaurados al estilo de los años 50 e impulsados por una locomotora de vapor salieron repletos de la bella ciudad de Santa Marta. Gabo , como lo conoce el mundo, subió a la formación vestido de blanco, en medio de un alboroto extraordinario, y al son de bailes y canciones tradicionales. El más notable escritor colombiano había estado en Aracataca en 1983, cuando llegó para celebrar el Premio Nobel de Literatura, que obtuvo en 1982.

(*) Publicado por el Diario La Nación el 31/05/2007