Caminaba las calles de mi barrio, el mismo en el que nací y crecí, cuando un gélido viento acribilló mi piel... sólo esa sensación logró despabilarme, sacudir mi mente y sacarme del ostracismo con que caminaba ciegamente sin ver siquiera las baldosas.
Un viento helado que en otro momento me hubiese lastimado, sirvió esta vez para devolverme a la vida.
Cuando pienso en el fin
cuando pienso en todo lo que di
Cuando sueño el final
Cuando sueño que todo va a acabar.
Gozar, es tan necesario mi amor.
Gozar, es tan parecido al dolor.
(Funky – Charly García)
Originally uploaded by ABRE1 Subí a un tren y, luego de unos minutos, dejamos atrás velozmente otra estación sin siquiera parar... apenas aminorando la marcha. Todo lo que estaba sobre el anden pasó ante mis ojos de un modo tan veloz que no llegué a percibir los detalles, mezcla extraña de borrachera y deja vu.
Intuí que había gente, supuse que esa gente tenía historias; pero la velocidad a la que íbamos se convirtió en una metáfora de nuestras vidas. Transitamos todo el tiempo a una velocidad absurda, muchas veces persiguiendo un objetivo lejano que nos aparta de cada uno de los detalles de aquello que nos rodea.
Aprendiz de eternidad
Atrapado en lo fugaz
La noche sueña el día – Pedro Aznar
Y en medio de ese estado, mi duda tomó cuerpo... ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?
Alguna vez escuché que una pregunta es buena cuando no tiene respuesta y esta, en algún punto, no la tenía; porque existen tantas respuestas como seres en este planeta.
Intentando una primera aproximación, llegué a concluir que podemos dividir la respuesta en dos partes: el amor como cosa abstracta y el amor como hecho concreto.
Se dice que querer y amar son cosas distintas, y que la diferencia es que quien quiere siente el deseo de poseer y quien ama siente la necesidad de dar. Y en relación a esto siempre he sentido que uno puede “cuantificar” el querer, pueden existir distintas formas de querer, se puede querer más o menos; pero, cuando hablamos de amar... descubrimos que el amor es binario: es o no es, está o no está, amamos o no.
Siempre me ha parecido redundante cuando escucho decir “te amo tanto”; porque, cuando uno ama, siempre ama “tanto”.
El amor, como cosa abstracta, es un sentimiento que enaltece y engrandece... es un sentimiento que saca lo mejor de cada persona. La persona que se enamora deja aflorar lo mejor de si, se convierte en un ser dispuesto a demostrar todas sus virtudes.
El amor es un sentimiento que, indefectiblemente, va acompañado de otro sentimiento igualmente bello y poderosísimo: la esperanza. La esperanza de que ese amor sea correspondido, sea concretable, sea posible...
En cambio, cuando hablamos del hecho concreto, la cosa cambia. Cuando el amor deja de ser una entelequia para tener una cara, un nombre, una voz... el amor es algo que puede generar éxtasis, desesperación, felicidad, dolor... existen tantas formas de amor como veces nos enamoremos, porque cada vez es igual y cada vez es distinto.
El amor es algo que, así como hemos dicho que enaltece, puede destruir; porque el amor no correspondido termina por aniquilar la esperanza y el ser humano no puede vivir sin ella.
Originally uploaded by Shavy ¿Y qué es lo que hace que un amor sea correspondido o no? Esta es, sin dudas, la mejor pregunta. Algunos hablan de química, otros de piel... lo concreto es que lo que guía la correspondencia o no de un amor es algo que está absolutamente alejado de la mente y la razón.
Ahora bien... ¿qué hacemos con el amor no correspondido? Porque así como decíamos que el amor es binario, que es algo que está o no está, es cierto que en esas circunstancias esta ausente de un lado y omnipresente del otro.
Quien no siente amor puede sentirse mal, si es que siente alguna clase de afecto por la otra persona, pero nada más. ¿Y qué ocurrirá con el enamorado? Se encontrará caminando en la resbaladiza cornisa que separa “la muerte de la esperanza” de “la negación de la realidad”, la cornisa que permite seguir hacia adelante sin caer en el abismo y asumir de a poco aquello que puede dejar sin oxígeno.
¿Y en qué momento ocurre? A partir de qué fracción de segundo las “postales” del pasado dejan de ser hermosos recuerdos para transformarse en alcohol sobre una herida en carne viva? Es difícil precisarlo, pero en algún momento pasa.
Vivir...
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez... (Volver - Gardel)
¿Qué extraño mecanismo hace que, lo que hasta hace un rato era hermoso, se convierta en una pesadilla recurrente? ¿por qué tiene que pasar que, lo que llenaba de esperanza y empujaba a hacer cosas, de pronto se convierta en una mochila imposible de cargar?
Cae la luna en el amplio salón
De los que esperan sin preguntar
De los que mueren en cada fiesta
Cada domingo . Fito Páez